Entrevista a Etelvino Vázquez
Etelvino Vázquez dirigiendo un ensayo de El Alma de la Melodía en el Teatro de la Laboral de Gijón.

Etelvino Vázquez dirigiendo un ensayo de El Alma de la Melodía en el Teatro de la Laboral de Gijón.

Roberto Corte

Etelvino Vázquez es el director artístico de El Alma de la Melodía. Su experiencia dirigiendo óperas y zarzuelas lo acredita como uno de los profesionales más solvente y cualificado para afrontar el proyecto. En uno de los artículos redactados para la presentación del espectáculo, tras cuatro versos de Brecht, ha escrito: “El Alma de la Melodía es también la manera de cantar sobre los tiempos sombríos, de mostrar que, a pesar de la crisis, podemos reivindicar que la música sea libre y podamos utilizarla en todo momento y circunstancia”.

Pregunta. Los musicales, a pesar de ser espectáculos caros, ¿pueden sortear la crisis mejor que el género dramático?

Respuesta. Dicen que el público asiste en la actualidad más a los musicales que al teatro dramático, pero no lo tengo muy claro. Quizás en Madrid. Lo que sí hay es muchos musicales para niños y ahí sí asisten también los padres. Yo creo que siempre hay y habrá espectáculos que funcionen, sean musicales o no, con crisis y sin crisis.

P. Ya has dirigido óperas y zarzuelas. ¿Qué diferencia encuentras entre los anteriores trabajos y El Alma de la Melodía?

R. En la ópera y en la zarzuela tú tienes que partir de una serie de elementos dados, textos, música, etc., que so se pueden cambiar. Además la música manda siempre. El Alma de la Melodía es un estreno en su totalidad. Hubo que partir de cero. Y aunque las canciones pertenezcan a otros musicales, al estar metidas en otro contexto, para mí es como si fuesen escritas ex profeso para esta obra. Desde que el pasado mes de enero comenzamos a trabajar el texto ha ido cambiando, también los temas musicales. Y aunque existía un texto previo de David Serna, podemos decir que la obra se ha ido creando a lo largo de los ensayos desde entonces hasta el 17 de agosto. Ha sido, pues, un proceso abierto y creativo en todos sus aspectos, lo que normalmente no ocurre ni en la ópera ni en la zarzuela. La tradición manda mucho.

P. Desde fuera, uno intuye que la labor del director artístico consiste en el ordenamiento de todos los elementos que componen el conjunto (desplazamientos y composición de cuadros, etc.) y en todo lo que concierne a la interpretación de actores y cantantes. Sin embargo, también persiste la impresión de que el director artístico de un musical goza de menor autonomía que el director de una obra de teatro dramático. Es decir, ocurre como si uno sintiera que el director artístico, en el musical, fuera una pieza más de un engranaje donde muchos de los elementos le vienen impuestos, a diferencia de lo que generalmente ocurre en el teatro, que el director es supervisor y responsable hasta de la elección de la escenografía y el vestuario. ¿Ocurre así o es sólo una impresión equivocada que tenemos quienes desconocemos las competencias de los profesionales que concurren en la elaboración de este género? Cuéntanos cómo ha sido el proceso de trabajo, el casting, la división de tareas y los días de ensayo general.

Uno de los ensayos de El Alma de la Melodía en el Teatro de la Laboral de Gijón.

Uno de los ensayos de El Alma de la Melodía en el Teatro de la Laboral de Gijón.

R. Los primeros castings se hicieron en octubre. Se les pedía una canción y el recitado de un poema de Ángel González. En noviembre hubo una segunda fase de la selección, donde ya se les pedía una canción del musical y una escena de la obra. Durante dos días se trabajó con ellos hasta fijar el reparto. Desde enero ya trabajábamos dos días al mes (sábado y domingo), y en mayo y junio tres (viernes, sábado y domingo). En todos estos ensayos fuimos dando forma al texto, a las situaciones y a la música. Y en todos ha estado presente Jesús Arévalo con el piano. Nuestro entendimiento ha sido mutuo y perfecto. A partir de julio los ensayos ya fueron todos los días de 3 a 10, sábados incluidos. En estos ensayos, dado que la parte textual estaba trabajada, se insistió mucho en la coreografía, siempre con la música en vivo para a finales de julio ensayar con toda la banda. A partir del 6 de agosto pasamos a ensayar en la Laboral donde realizaron la iluminación, y a partir del 13 ya directamente en el Teatro Jovellanos, para incorporar las proyecciones, el humo y el vestuario completo. Yo he tenido la misma libertad que si dirigiese una obra de teatro al uso. El entendimiento con Jesús Arévalo ha sido total. Estuvo presente en todos los ensayos, al igual que Javier Monje, Luis Antonio Suárez o Estrella García. Así que casi podríamos decir que la dirección es de los cuatro, dado que la compenetración fue total. En la ópera o en la zarzuela la relación con el maestro siempre es más distante.

P. Ésta es la primera producción privada que se hace en Asturias de un espectáculo de estas características. Se trata de un producto que se lanza al mercado para competir en un terreno donde hay grandes empresas especializadas. ¿Cómo ves a los intérpretes asturianos que forman parte del elenco? Algunos han estudiado en la ESAD, ¿crees que llegan al mundo profesional con una buena preparación?

R. Pienso que sí, porque de lo contrario no hubiesen podido afrontar un espectáculo de esta complejidad, donde no sólo tienen que cantar, sino también hablar y bailar. Ninguno ha pasado de la ESAD al musical. Todos tienen ya una amplia experiencia teatral.

P. El estreno en Gijón ha sido un éxito y las dos funciones siguientes no han ido mal de público. El espectáculo pasará también por Avilés y Oviedo. ¿Sabes si hay ya fechas para que se pueda ver en otras ciudades españolas?

R. Sé que se hará en el Teatro Arriaga de Bilbao, pero aún no sé la fecha. Al estreno asistió el director del Auditorio de Orense, el del Calderón de Valladolid, el de Logroño, etc. Todos salieron muy impresionados del espectáculo y con ganas de programarlo, pero seguro que no será tan rápido como nos gustaría, dada la situación general de crisis por la que atraviesa el país.

P. Otro de los marcos de exposición que parece ideal son las televisiones. ¿Sabes si existirá, una vez pasado el plan de exposición, la posibilidad de verlo en la TPA?

R. De momento, que yo sepa, no.

P. La situación del teatro en España es crítica. En Asturias, debido a nuestras peculiaridades, muchísimo más. Entendemos que ya no merece la pena referirse al papel que juegan en todo ello las instituciones, ni a la subida del IVA, ni a otros disparates por igual. Con tu compañía Teatro del Norte acabas de estrenar un espectáculo sobre Valle-Inclán. ¿Cuáles son los proyectos de Etelvino Vázquez, como director, para 2013?

R. Seguir representando los espectáculos del Teatro del Norte y, sin duda, crear un nuevo espectáculo. Pero aún no sé qué. Tal como está la situación hay que pensarlo muy bien.